Por Ricardo Serruya
El 27 de diciembre de 2011, con el bloqueo en Alto Carrizal contra la instalación de una mina a cielo abierto en Famatina continuó una lucha ejemplar de todo un pueblo que había comenzado en el año 2004 y que se impuso al poder político y empresarial.
A 10 años del “Famatinazo” comparto un resumen de un artículo de mi libro “Quijotes Rebeldes y Soñadores” donde – de manera mucho más extensa- recorro aquella gesta popular
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EL PUEBLO DE FAMATINA DICE NO
La hipótesis de este libro es mostrar procesos que nacen desde abajo y que se enfrentan a grandes corporaciones o grupos de poder que resisten heroica y dignamente y que, en el peor de los casos, la empatan.
Uno de los casos más emblemáticos es el protagonizado por el pueblo de Famatina.
Famatina es la ciudad cabecera del Departamento que lleva el mismo nombre y está ubicado en el extremo norte de la provincia de La Rioja.
Sus habitantes están orgullosos de la belleza natural que los rodea y relatan vivir en veranos muy calurosos e inviernos poco fríos. Sus escasas lluvias forman un paisaje árido.
El Famatina es un cordón montañoso que tiene como pico mayor al cerro General Belgrano de 6225 metros de altura. Se trata de un lugar turístico con presencia de nieves eternas que abastecen de agua a los pobladores ya que, además, en ese lugar, hay glaciares.
Entre ese cordón montañoso hay valles de una belleza extraordinaria, donde los cerros van cambiando de color según la época, y, depende el día, las estrellas parecen más grandes o encontrarse más cerca, como dice la docente y militante Carina Diaz Moreno donde parece que “el cielo se te viene encima”
En esos valles hay producción de vid, olivo, nogal, aceitunas, manzanas, peras, tomates, todo de altísima calidad.
La historia relata que desde sus orígenes la voracidad extranjera acudió a este lugar en búsqueda de riquezas, pues ya en el año 1592, el conquistador español Juan Ramírez de Velazco pisó estas tierras con una única ambición: llevarse el oro del Famatina.
Desde aquellos remotos días hasta hoy la apetencia quiere esquilmar Famatina, pero sus pobladores se opusieron en una lucha tan despareja como valiente, tan desigual como digna.
Cuando el siglo XX nacía, el imperialismo inglés se instaló en la zona, más precisamente en Chilecito: el objetivo era explotar una mina de oro en lo que se conoció como el distrito minero “La Mexicana”. Como siempre los ingleses se llevaron todo con la anuencia de un estado que realizó las inversiones: se construyó el segundo cable carril más largo del mundo, que hoy no se utiliza y se mantiene como una especie de monumento histórico. Se instaló la primera sucursal del Banco Nación para favorecer las operaciones bancarias que los ingleses necesitaban y el ferrocarril Belgrano extendió sus vías. Todo lo pagó el estado, pero lo utilizaron los ingleses: sacaron de las minas la riqueza por el cablecarril, operaron con el Banco Nación para girar el dinero y por las vías trasladaron el oro que llevaron a su país.
Cuando los Ingleses se fueron Famatina quedó como siempre, sin inversiones, sin infraestructura, y lo que es peor…. con menos oro y con el río Amarillo infectado con ácido.
Como se ve la historia es vieja.
El conquistador español Juán Ramirez de Velazco, o el imperialismo inglés hoy se llama “Barrick Gold Corporation”, una empresa transnacional, con sede en Canadá .
La descripción de las andanzas de Barrick Gold por el mundo merecerá un capítulo aparte, por la secuela de destrucción, contaminación y muerte que ha ido dejando por África, Australia y, con entusiasmo y eficiencia creciente en América Latina.
Barrick Gold recibió la concesión para la explotación minera por parte de YAMIRI, (Yacimientos Mineros Riojanos) empresa que primero fue del Estado, luego mixta y luego sociedad anónima, todas una modificaciones estatutarias que muchos interpretan como una maniobra a favor del gobernador expulsado Ángel Mazza ya que éste tenía una suculenta porción accionaria.
En la otra vereda del conflicto hay protagonistas muy diferentes.
Al grito de «El Famatina no se toca» y de «Agua sí, oro no», los pobladores de Famatina protagonizaron, desde año 2004, cortes de ruta y diversas manifestaciones que lograron paralizar la obra y expulsar a la empresa trasnacional.
Había muchos reclamos pero el que más pesó en el pueblo era la cantidad de agua que la empresa debía utilizar, se decía por aquellos días que eran necesarios más de 1000 metros cúbicos de agua por día para explotar oro.
Mientras en la capital de La Rioja se libraban bataholas patéticas y el gobernador huía acusado de corrupción y entrega del patrimonio minero, las asambleas ciudadanas organizaron un piquete a 1.800 metros de altura, al pie del cerro Famatina. Así lograron que la minera más grande del mundo, Barrick Gold, comience a desmantelar su proyecto. Los pobladores habían ganado una pulseada, pero el conflicto continuaría.
No fue una lucha corta ni fácil
El sitio emblemático donde el pueblo famatinense decidió movilizarse y cortar el paso de camiones de la multinacional es Peñas Negras. Allí un corte no permitió el tránsito de los equipos de perforación con la puesta de una barrera ubicada a 200 metros de altura.
La respuesta fue la que estos personeros suelen generar: acciones violentas y patoteriles.
La acción llevada a cabo por la justicia fue similar, pues si bien los agredidos fueron los manifestantes, el Juez Alfredo Ramos de Chilecito, La Rioja, aplicó el artículo 194 del Código Penal y encarceló e imputó a Carina Díaz Moreno por una supuesta agresión a funcionarios.
Los asambleístas denunciaron al grupo represor que nunca fue indagado por la justicia, Carina Diaz Moreno estuvo detenida en una comisaría, y, si bien recuperó su libertad, los apremios judiciales continuaron.
Carina no fue la única, otra “mujer peligrosa”, Marcela Crabbe también fue imputada.
La historia fue muy distinta a lo que la cuenta el expediente judicial. Los manifestantes relatan (y además puede verse en videos que se filmaron) que funcionarios de la secretaría de minería y de ambiente junto a personal de la Barrick Gold subieron al campamento donde se encontraban los manifestantes en el cerro donde –como ya lo dijimos- había una barrera que fue bajada para impedir el paso. Fue allí que alrededor de doce hombres en poderosas 4×4 embistieron la barrera y agredieron a las mujeres que se encontraban como “barrera humana” sentadas impidiendo el paso.
Mostrando una cobardía sin límites, las empujaron, le dieron golpes y patadas y luego fueron a la comisaría de Famatina a denunciar haber sido ellos los agredidos. Los asambleístas, por su parte, radicaron otra denuncia por la agresión sufrida.
Algunos de los agresores son personajes reconocidos, se trata del abogado Oscar Nuñez, funcionario por aquellos días de la Secretaría de Ambiente, el escribano Luis Parco de la Secretaría de Minería que es quien –como se ve en un video con remera celeste- patea en el piso a Carina Díaz Moreno donde también participa de este acto vil el Director de la Secretaría de Minería Eduardo Romero
Carina Diaz Moreno es docente, rubia, con pelos desordenados y portadora de una bellísima tonada norteña, al hablar que delata su “ riojanismo” pude entrevistarla en reiteradas ocasiones. En uno de esos reportajes que me concedió recuerda aquella escena: “Nos dictaron la prisión preventiva por el art 194 del código penal por cortar u obstruir el acceso al servicio público. El 14 de abril (se refiere al año 2004)nos manifestamos pacíficamente cuando nos dimos cuenta que había entrado gente de la Secretaría de Minería al cordón del Famatina, lo que hizo esa gente fue agredirnos verbal y físicamente, a mi me golpearon en el piso, ambos nos denunciamos se creó una gran pueblada, ellos se encerraron en la comisaria, y nos denunciaron a nosotros, por eso nos citaron a sede policial a indagatoria y nos prohibieron que saliéramos de la zona de jurisdicción del juez o sea del Departamento de Famatina y Chilecito y a los dos meses nos llamaron a indagatoria ante el juez Alfredo Ramos. Yo pedí el abogado de oficio y no declaré ya que él no pudo ver el expediente y el juez, ahí, me lee la orden de detención, estuve detenida un par de horas y luego salió la excarcelación, pero seguimos procesadas.”
Ciertos personeros del poder suponen que con estas iniciativas cansan a la gente, la acobardan, les introducen miedo; no pueden darse cuenta que en realidad a muchos de estos quijotes estas actitudes los motiva más aún para seguir en la lucha de lo que creen justo, y así me lo detalla Carina: “… Nosotros esperamos que se haga justicia pero acá en La rioja la justicia, la libertad, la democracia , el derecho a expresarnos no existe, nosotros vamos a seguir defendiendo la naciente de agua en el cordón del Famatina que abastece a casi toda la provincia de la rioja, parte de Santa Fe, parte de Córdoba, parte de San Luis, esas fuentes de agua que a lo largo de la cordillera -gracias a la leyes criminales de Menen- la están traficando para Chile para que multinacionales instaladas en Chile puedan utilizar nuestra agua a cambio de dejarnos desechos sólidos y líquidos, escombreras o dique de cola del lado argentino, esas son las leyes criminales que se tienen que revisar y que el actual gobierno las sigue avalando”
Y, como si todo lo dicho no alcanzara, solicita: “…, nosotros necesitamos la protección de nuestra fuente hídrica como lo hace Estados Unidos que prohíbe esta explotación minera para preservar los recursos hídricos, nosotros tenemos multinacionales mineras metida a lo largo de la cordillera del lado chileno que nos roban el agua y nos dejan la contaminación y del lado argentino -que el pueblo argentino le paga para que nos robe nos saquee y nos envenenen- usan cientos de toneladas de cianuro y de sodio por mes, 120 millones de agua por día como lo hace la minera La Alumbrera y que el pueblo argentino usa de nuestra cordillera el 75% del agua dulce y que gracias a las leyes entreguistas están volando la cordillera”
Tanta energía y dignidad no fue en vano, La Barrick Gold no pudo continuar la obra pero el Gobierno de La Rioja no renunció en su meta de entregar a alguna empresa multinacional los recursos allí existentes.
El 9 de marzo de 2007, en una sesión que duro casi tres horas, la cámara de diputados de La Rioja sancionó la ley 8.137 que prohíbe la explotación de minas a cielo abierto y el uso de cianuro; la ley 8.138 que ordena llamar a consulta popular a Famatina y a Chilecito y la ley 8.139 que crea una Comisión Investigadora para que aclare lo relacionado con el Acuerdo suscripto con fecha 29 de abril de 2005 entre YAMIRI S.A. y la Multinacional Barrick Argentina S.A., mediante el cual se le otorgan derechos exclusivos de exploración y explotación sobre el Proyecto Famatina.
Era una pequeña victoria que duró un tiempo, pues los mismos que escribieron la ley con la mano luego la borraron con el codo: no se llamó a la consulta popular, no se creó la Comisión y se anuló la ley 8137.
La lucha debía continuar.
A finales de agosto del año 2011, una nueva empresa multinacional, denominada “Osisko” firmó un acuerdo con la empresa estatal riojana” Energía y Minerales Sociedad Del Estado” (EMSE) y “La Rioja Corporación Minera del Estado”, por la adquisición del desarrollo del Proyecto Famatina. Este proyecto cubre 40 km cuadrados de una zona rica en oro con una reserva probada y probable de 8.97 millones de onzas de oro.
Según el convenio Osisko deberá respetar el medio ambiente llevando a cabo la exploración de acuerdo a las prácticas internacionales que se aplican a operaciones mineras, informando a EMSE semestralmente de sus actividades. También deberá tomar el 80% de mano de obra riojana, salvo el personal técnico especializado.
Con respecto a las regalías se había estipulado una ganancia por la explotación de 70% para Osisko y para la provincia de 30%, , pero había una trampa: La Rioja debía rembolsar el 25% de su participación anual en la invención inicial.
Una vez más la empresa se quedaba con el 95% de las ganancias.
Se trataba de un acuerdo espurio, donde las mayores ventajas se las llevaba la empresa y donde no se especificaba que protecciones al medio ambiente y a la geografía de ese lugar se llevarían a cabo.
La respuesta popular no se hizo esperar
Las asambleas de los ciudades de Chilecito y Famatina, se pusieron nuevamente en movimiento y volvieron cortar el camino de entrada de la mina “La Mexicana” en el cordón montañoso de Famatina, para impedir la entrada de La empresa Osisko .
La gente de a pié volvió a dar una muestra de resistencia y madurez cívica.
Los asambleístas se reunían en Alto Carrizal, una localidad del departamento de Famatina, ubicada al pie de los Nevados del cerro Famatina que según su último censo no cuenta con más de 200 habitantes, sin embargo en esa pequeña localidad llegaron a votar más de seis mil asambleístas, que concurrían de otros lugares, para ver qué acciones desplegar contra las maniobras que pretendía llevar a cabo la empresa Osisko Mining Corporation.
Una vez más la dialéctica práctica y concreta volvía a representarse en la bíblica imagen de David y Goliat: una pequeña población de no más de 200 habitantes de nombre Alto Carrizal desafiaba al gigante.
Y nuevamente la dignidad y la convicción fue más fuerte que el oportunismo y la voracidad.
El levantamiento popular concretó e impidió el tránsito de los transportes mineros.
Al corte de ruta no faltó nadie, desde el intendente Ismael Bordagaray hasta el párroco Omar Quintero, quien tocaba las campanas de la iglesia cada vez que se enteraba que había actividad en la mina, para así avisar a la población que había que movilizarse: “las campanas de la iglesia seguirán sonando con la ayuda de Dios”, me dijo en una oportunidad.
Una pueblada histórica, donde las fuerzas policiales de esa localidad no podían actuar, pues en la resistencia se encontraban sus amigos o sus propios familiares, por lo que el gobernador de aquellos días Luis Beder Herrera debió recurrir a fuerzas especiales provenientes de la capital de La Rioja.
Sin embargo la pulseada fue ganada por la población una vez más.
Aquel enero caluroso mostraba a más de 150 pobladores cortando la ruta, solo resguardándose del calor a orillas del rio amarillo que precisamente baja del Famatina con la pigmentación ocre de la mina La Mejicana. Aquella acción obligó al gobierno de La Rioja a que se retome el amparo de una legislación que impedía este tipo de actividad extractiva, las mismas leyes que el mismo Beder Herrera impulsó para acceder al ejecutivo provincial.
La empresa multinacional, en este caso Osisko Mining Corporation tenía licencia política pero no social.
Toda la acción desplegada por la asamblea ciudadana trajo triunfos importantes.
Finalmente, después de tanta lucha un fallo judicial suspendió el cumplimiento del convenio firmado el 31 de agosto del año 2011 entre empresas y el Estado para llevar a cabo la explotación minera a cielo abierto
La movilización de la gente lo impidió.
El fallo es más que importante porque sienta un precedente para que se cumplimente la ley de glaciares y las leyes de medio ambiente y para que no se desarrolle ningún proyecto de megaminería.
La presentación judicial la hizo el intendente de Famatina Ismael Bordagaray junto a los abogados que trabajan en el municipio. El mismo intendente me lo relató “ lo veníamos trabajando y a dos semanas el Juez Daniel Flores le dio la resolución favorable a nuestra causa.”
Resulta auspicioso en un momento político donde cierta clase política suele divorciarse de los intereses populares por conveniencia económica o por matrimonios con los sectores más poderosos, que un intendente salga a caminar por la calle con su pueblo y se una a su lucha.
Cuán mal debemos estar, cuanta traición jalona nuestra existencia para que un hecho normal lo veamos como extraordinario.
Los cierto es que el rol jugado por Ismael Bordagaray fue fundamental, acompañando a su pueblo en cada reclamo, además puso todo el aparato legal de su intendencia para dar la batalla, no solo en la calle, sino también en los estrados judiciales.
El 2 de enero de 2012, la comunidad cortó el acceso a la zona y 15.000 personas marcharon frente a la Casa de Gobierno. La respuesta oficial no se hizo esperar, fuerzas de seguridad se movilizaron desde la capital riojana y rodearon a los manifestantes.
Resulta asombroso como la gente fue haciendo postas para estar frente al emprendimiento minero “vigilando”. Jubilados que iban cuando otros tenían que cumplir horarios en el trabajo, chicos que salen de estudiar y reemplazan a otros y hasta docentes que ni siquiera iban a sus hogares para sacarse el guardapolvo y con el atuendo puesto se iban hasta las puertas de la minera, en la base de los nevados del Famatina.
Un año y medio duró la tenaz y digna resistencia. Finalmente los primeros días de julio del año 2013 el gobierno de La Rioja y la minera Osisko firmaban la rescisión del contrato
Era la tercera empresa que se rendía ante la organización popular. En mayo del año 2007 Barrick Gold anunciaba su retiro, en el año 2010 desistía la empresa china Shandong Gold. Ahora renunciaba a sus pretensiones Osisko Mining.
Los festejos de los asambleístas fue medido, con su enorme sabiduría se trataba de una batalla ganada, pero que habría otras. Quedaban todavía 11 proyectos de minas de uranio.
En el mes de abril del año 2015 una serie de movimientos en el distrito Campana volvió a generar curiosidad en los pobladores: una serie de máquinas subían a los cerros y se instalaban cerca del Río Blanco.
Una nueva empresa tenía intención de instalarse en la zona, se trataba de la Empresa Midais cuyo director era Miguel Urtubey, primo del gobernador de Salta. El rumor que circulaba manifestaba que la desconocida empresa ya tenía todo acordado con el gobierno provincial pero nadie sabía nada. La preocupación era grande aunque había un candado legal que iban a tener que enfrentar: las ordenanzas que prohíben la explotación de minería a cielo abierto.
Seguramente no era lo que más preocupaba a la empresa y al gobierno provincial. Lo grave –para ellos- era la resistencia popular que ganaba 3 a 0 contra otros intentos.
El engranaje comenzó a funcionar y en pocos días pobladores de Campana, Chañarmuyo, Ángulo, Pituil, comenzaron a juntarse y se reunieron con responsables de la ignota empresa.
La historia se va a volver a repetir, la insistencia de los pobladores en cuanto no había licencia social para instalarse y la difamación: 35 vecinos fueron denunciados por la empresa aludiendo que los agredieron. Entre los 35 “violentos” se encontraba el intendente Bordagaray y hasta el párroco Quinteros. Volví a comunicarme con Carina Diaz Moreno: “ como hacen siempre se victimizan, se presentan como víctimas, como pobres tipos, y por otro lado tratan de imponerte minería y de perseguirte y judicializarte. Ya estamos acostumbrados nosotros vamos a seguir con la resistencia, aunque nos metan mas causas judiciales, se van a tener que ir”
Y otra vez, como si se tratara de una película que vuelve a verse, aparecieron listas negras y hasta habitantes que, por un sueldo, se enfrentaban contra los asambleístas.
Había que repetir viejas acciones, las mismas que los vecinos habían puesto en macha durante más de dos años en Peña Negra cuando resistieron sin energía y sin agua potable, o las concretadas durante tres años en Alto Carrizal.
A principios de octubre de ese año 2015 vecinos del lugar subieron y se instalaron la puerta de la mina. A pesar de las bajas temperaturas estuvieron allí tola noche y cortaron el tránsito a camiones no permitiendo así actividad alguna. Amenazaban quedarse allí todo el tiempo que fuera necesario hasta que la empresa desista su actitud.
Personal de infantería se apostaba en el ingreso y el dueño de la compañía pedía –y obtenía- una restricción judicial de acercamiento por parte de los vecinos. Entre las personas que no podían acercarse se encontraba el intendente Bordagaray, un absurdo ya que, como alcalde de esa localidad debía acceder y clausurar el lugar por orden de la comuna.
A mediados de octubre sucedió lo que se esperaba.
En una de las tantas manifestaciones hacia la mina, la policía le impidió el paso a los vecinos usando balas de goma y gases. Resulta curioso que habitantes no puedan caminar por los cerros de su localidad porque existe una especie de estado paralelo dentro del mismo estado provincial.
Los hechos eran graves. El Obispo Colombo –por pedido de los asambleístas- decidió interceder para acercar las posiciones. La de los asambleístas era tan clara como contundente: no al emprendimiento minero que volvía a poner en riesgo el entorno.
La participación del Obispo fue trascendental. Colombo había sido designado por el papa Francisco hace dos años en La Rioja, y se le reconoce su interés por la defensa del medio ambiente.
El 3 de noviembre el Obispo confirmaba, mediante un comunicado que la empresa se retiraba.
Era otra victoria.
El gobierno provincial, a regañadientes anunciaba que en un tiempo prudencial la empresa se retiraría.
Era la cuarta empresa que se rendían ante la gomera del pequeño gigante.