Por Ricardo Serruya
Andalgalá volvió a ser noticia, a pesar del enorme silencio de los grandes medios. Una manifestación de sus habitantes terminó de manera violenta. Los que, desde hace tiempo se manifiestan, dicen que hubo infiltrados y que todo fue armado para generar represalias . Debe ser cierto, pues desde aquel día hubo violentos allanamientos y detuvieron a ciudadanos que, desde hace varios años, mantienen una tenaz y digna oposición a los emprendimientos mineros que allí se quiere instalar.
A continuación una irrespetuosa e incompleta crónica de una lucha que lleva más de una década
ANDALGALA , LA PERLA DEL OESTE
Si uno recorre un poco menos de 250 kilómetros hacia el norte de la capital catamarqueña se encontrará con Andalgalá , conocida por los lugareños como «La Perla del Oeste Catamarqueño». Se calcula que por estos días más 20.000 personas residen en su geografía.
El río que la recorre tiene su mismo nombre: río Andalgalá que parece acariciar los pies de la Sierra de Aconquija , nutre un seco territorio que gracias a su riego puede producir nueces, vid, aceitunas, durazno y algunas especies. De la generosidad de este río también depende la vida del ganado caprino y ovino.
Pero Andalgalá tampoco escapa a la riqueza que alberga su subsuelo: en Minas Capillitas se extrae una piedra semipreciosa como es la Rodocrosita y es en este lugar, donde en la década del 90, comienza la historia de emprendimientos mineros que prometen mucho, cumplen poco y contaminan todo.
En el subsuelo de esta localidad catamarqueña se encuentran las minas de oro y de cobre más importantes de la Argentina
LA ALUMBRERA
En 1997 comenzó a funcionar Bajo La Alumbrera, el primer gran emprendimiento minero instalado en nuestro país conformado por empresas canadienses y suizas. En realidad estas multinacionales obtienen el permiso de explotación, pues ambos yacimientos pertenecen al estado catamarqueño, la universidad de Tucumán y al Estado Nacional.
Todos firmaron un contrato para ceder la explotación a la empresa suiza Xstrata y a dos empresas canadienses Goldcorp y Northern Orion.
Bajo la alumbrera fue y sigue siendo un caso emblemático. Llegó a remover, diariamente más de 300 toneladas de roca y consumía por minuto casi 70 mil litros de agua. El estado catamarqueño le concedió impúdicamente autorización para utilizar hasta 100 millones de litros de agua de manera diaria, una barbaridad si se tiene en cuenta que la OMS argumenta que una persona puede satisfacer todas sus necesidades con un mínimo de 50 litros de agua por día. Un cálculo simple nos dice que la Alumbrera puede utilizar en un día lo mismo que necesitan más de 2 millones de personas.
Semejante daño y gasto no redundó en las arcas del estado catamarqueño pues las regalías que dejaban fueron ínfimas.
Nada nuevo.
Aunque si fueron generosos en dejar un pasivo ambiental fenomenal que se calculan en –por lo menos- cinco derrames con tóxicos en sus valles y sus ríos, la voladura de montañas y el cambio del paisaje.
Blanca Gioria es profesora y Licenciada e Geografía realizó interesantes estudios sobre la temática y explica que en esos cerros, minera La Alumbrera generó “enormes cráteres de 5 km de largo x 500 metros de profundidad quedando allí un agujero al lado de un dique de cola que están los residuos contaminados a 4000 metros de altura que, si llega haber un movimiento sísmico, eso se raja y va directamente a los ríos que alimentan o que le nutren de agua a las poblaciones que están más abajo.”
La Alumbrera modificó la escenografía del lugar dinamitando el territorio y en 17 años se llevaron toda la riqueza, no generaron trabajo, por el contrario, al contaminar el agua y generar un suelo árido, los pequeños productores se fundieron y emigraron engrosando las villas miserias de la ciudad o de la capital catamarqueña, obligando además a la población a convivir con una nube de polvo permanente compuesta por sulfuros producto de las explosiones y –según relatan algunos- una lluvia ácida tan molesta como perjudicial para la salud.
No son argumentos sin asidero. Luis Alberto Flores es médico generalista, trabajó en el hospital zonal de Andalgalá, y fue muy claro cuando alertó, en un reportaje concedido al medio “Nuevo Diario” de Santiago del Estero, que desde que se radicó la minería en ese lugar aparecieron distintos tipos de cáncer.
Tanto lo preocupó al profesional lo que veía que realizó una tesis para ser presentada en la maestría en salud pública, y aunque el médico fue presionado por el gobierno provincial para no difundirlo, con valentía Flores pudo informar que entre las posibles causas, se mencionan los residuos tóxicos de la megaminería y las antenas telefónicas.
LAS PROMESAS DE SIEMPRE
La realidad de Bajo la Alumbrera es la misma que ocurre en todos lados: promesas de progreso en el lugar y de respeto al ambiente que no se cumplen. Se dijo en su génesis que el pueblo cambiaría: que habría trabajo, que se construiría un hospital, barrios, escuelas.
Nada de esto sucedió: según los habitantes del lugar en el mejor momento contrataron a menos de un centenar de personas, la mano de obra calificada vino de afuera y ninguna obra de infraestructura fue concretada, salvo algunas dádivas dadas a escuelas o clubes para comprar voluntades.
Extrajeron todo lo que podían, lo enviaron en un caño que recorre kilómetros hasta la provincia de Tucumán, donde, en camiones, fue trasladado hasta Puerto San Martín, en el sur de la Provincia de Santa Fe y por barcos a través de la mal llamada Hidrovía del Paraná (otra de las mayores entregas realizadas por el gobierno de Menem y extendidas por el de Cristina Fernandez) enviadas al exterior.
AUGA RICA
En el año 2009 se hablaba de otro proyecto en ejecución: se trata del yacimiento Agua Rica. La misma empresa Minera la Alumbrera iba a ser la responsable de realizar el estudio de factibilidad.
Agua Rica es un proyecto de extracción de oro, plata y cobre y se encuentra a tan solo 15 kilómetros de Andalgalá.
El año pasado se da a la luz la integración de minera Agua rica con “La alumbrera”, bajo la denominación M.A.R.A. Cuenta José Maertiarena que “este proyecto evade muchas resoluciones y comienza un enfrentamiento entre la megaminería y los que estamos a favor de la vida”
El renombrado proyecto M.A.R.A . triplica al de La Alumbrera y será regenteado por tres empresas multinacionales
Era demasiado. Los vecinos se organizaron. No estaban dispuestos a otro saqueo.
ASAMBLEA EL ALGARROBO
Buscándole tiempo a sus vidas se encontraron. Charlas y discusiones fueron el preámbulo de una organización. A mediados de diciembre del año 2009 los vecinos del lugar formaron la “Asamblea El Algarrobo”, así bautizado pues su nacimiento fue a la sombra generosa que brinda ese árbol
Alejandro Simbrón vive en Santa Fe. Posee una extensa y tupida barba donde ya aparecen algunas canas. De ojos marrones y pequeños y hablar pausado es uno de los imprescindibles, esa gente necesaria –como relata el poeta Hamlet Lima Quintana- que hoy se necesitan.
En el año 2009 Simbrón fue uno de los integrantes de la Asamblea El Algarrobo: “Viví un tiempo en Quebrada Luna, Córdoba, estaban queriendo llegar unos franceses para sacar oro y ahí me enteré que muchos vecinos se reunían me fui relacionando había familias que se habían ido a vivir a Andalgala, me enteré que había pobladores que querían resistir a un emprendimiento minero contaminante, así conocí la Asamblea el algarrobo: un grupo de habitantes dignos, solidarios dispuestos a luchar por su ambiente y su salud”
No son palabras huecas o expresiones de deseos, la historia demostrará que lo dicho por Simbrón fue realidad. Es la organización de una comunidad hastiada y que pelea por la vida: habln con las autoridades, piden explicaciones y los sábados a la noche dejan la comodidad de sus casas para concretar caminatas por la ciudad que reclaman por el cese de la minería a cielo abierto. Hace 584 semanas que, todos los sábados marchan pacíficamente
“Agua rica fue lo que más movilizó a la gente, ese emprendimiento era más grande que Bajo la Alumbrera y no estábamos dispuestos a volver a vivir lo mismo”, relata Simbrón
Exigieron, se movilizaron , reclamaron estudios de impacto ambiental. Las respuestas fueron las de siempre acusarlos de extremos, intentar desarticular la organización, asustar para que los pobladores no participen y hasta amedrentar cualquier intento de organización con presencia policial.
Aún así continuaron y fue tan importante la resistencia que que un juez debió dictar una medida de suspensión de toda actividad minera en el yacimiento Agua Rica.
Trabajaron en diferentes frentes: el político, el judicial y el legal. En marzo del año 2010 presentaron ante el concejo deliberante de Andalgalá un Proyecto de Ordenanza de Prohibición de Explotación Minera a Cielo Abierto. Reclamaron por un plebiscito. No fueron escuchados, pero insistieron y finalmente el 9 de septiembre de 2016 el concejo deliberante de esa ciudad prohibió la minería a cielo abierto en búsqueda de oro, cobre, plomo, plata y también de minerales nucleares descubiertos o a descubrirse en la cuenca del río Andalgalá.
Otro artículo de la ordenanza prohibía el uso de cianuro y mercurio, y toda sustancia química contaminante y peligrosa. Además, veda el uso del agua de río, vertientes o subterránea para la explotación. También plantea que las empresas serán jurídicamente responsables en caso de daño ambiental.
La ordenanza lleva el número 029/16.
También ese año, el 2016, la Corte Suprema de Justicia Nacional hizo lugar al recurso de los vecinos de Andalgalá. La justicia de Catamarca debía anular la resolución que autoriza el emprendimiento minero de Agua Rica.
El fallo fue unánime y es contra la sentencia del Superior Tribunal de Catamarca que había rechazado el amparo de los vecinos que, amparados en la protección de su salud, pedían la suspensión del proyecto. En su decisión, la Corte Suprema consideró que la resolución del año 2009 que aprobaba la explotación de Agua Rica, «puede producir un daño grave al medio ambiente que puede llegar a ser de imposible reparación en el futuro» y explica que el gobierno catamarqueño aprobó en forma condicionada el proyecto minero porque admitió la existencia de problemas ambientales que la empresa debía solucionar antes de iniciar los trabajos para explotar la mina.
HOY REPRESION Y ENCARCELAMIENTO
Como no pueden frenar la porfiada de la población, la estrategia del poder en estos días fue la de imponer con artimañas legales lo conseguido con años de movilizaciones, resistencia y lucha.
Primero la Corte Suprema de Justicia Provincial declaró inconstitucional la ordenanza 029 del año 2016.
Luego y aprovechando el estado de aislamiento que nos impone la pandemia, la empresa comenzó a realizar movimientos de maquinarias, personal, camionetas, máquinas perforadoras y camiones para – sin licencia social- comenzar la explotación de M.A.R.A
Los pobladores de Andalgala lo vieron y comenzaron a movilizarse, cortaron los accesos a la mina para que no puedan subir ni maquinarias ni operarios. José Martiarena relata: “vimos movimientos de maquinarias y de personal yendo a la minera Lo hacían con el aval del gobierno provincial y por la firma de dos resoluciones de la Corte de Catamarca que les permite transitar por los caminos comuneros. Pero también existe una medida cautelar de la Suprema Corte de Justicia nacional que paraliza los trabajos, por eso decidimos cortar, realizar un bloqueo selectivo de los caminos que van directamente a la mina”
El corte se mantuvo varios días. Roxana Noelia Porras es una de las tantas mujeres que protagonizaron ese corte y nos cuenta “cortamos porque defendemos el agua. Esta minera se instala en las naciente de los ríos del agua que tomamos en el pueblo, ellos la van a contaminar y no vamos a poder hacer uso de ese líquido imprescindible para nuestra vida”
La respuesta no se hizo esperar. Policía provincial y otras fuerzas se apersonaron al corte, y presionaron “Fueron a pedirnos el nombre de cada uno –relata con incredulidad Roxana- y nos dicen que la minería es una actividad esencia, que nosotros no podemos impedir el paso”
Pero el corte se quedó y dicen que allí estarán hasta que la empresa deje de trasportar maquinarias e insumos al cerro.
El sábado 10 de abril, habitantes de ese lugar protagonizaban la marcha número 584. Desde hace más de una década, cada sábado se movilizan y se expresan contra la actividad minera y la protección del agua. Nunca hubo un desmán, un acto violento aún así ese sábado la ciudad estaba militarizada. Fue ese día que –según dicen los manifestantes- un grupo de infiltrados quemaron las oficinas de la multinacional. Pudieron hacerlo por que “casualmente” no había en el lugar policía cuidando.
Fue la excusa perfecta para aleccionar
Al otro día comenzaron los allanamientos ordenados por la fiscal Soledad Rodriguez, quién debiera apartarse de la causa pues antes de tener este puesto en la Provincia de Catamarca fue empleada de La Alumbrera .
Un numeroso grupo de policías acompañados por fuerzas especiales arremetieron viviendas de asambleístas, rompieron puertas, desordenaron el interior de las viviendas y se llevaron detenidos a reconocidos militantes anti mineros que continúan encarcelados a pesar de las innumerables manifestaciones de apoyo que se dieron –y se siguen dando- en todo el territorio nacional
Sin licencia social pero con violencia y represión, la actividad minera en Andalgalá quiere imponerse.