Por Ricardo Serruya.
Alertan que puede ser peligroso para la salud.
Al momento de escribir este artículo, integrantes del Laboratorio de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, de la Universidad Nacional del Litoral están presentando un trabajo en el XXIII Congreso Argentino de Herpetología que se realiza en la ciudad autónoma de Buenos Aires.
La ponencia versa sobre la contaminación industrial y con agortóxicos que sufre un curso de agua en la Provincia de Santa Fe.
Los autores de este trabajo son, la becaria y Jefa de Trabajos Prácticos Ana Paula Cuzziol Boccioni, y los investigadores y las investigadoras Paola Peltzer, Andres Attademo, Leonardo Leiva, Carina Colussi, María Repetti, Karen Russell-White, Noelia Di Conza y Rafael Lajmanovich, quienes una vez más alertan (aunque muchos no quieran escuchar) que urge se tomen medidas de control sobre los agentes contaminantes que ciertas producciones arrojan al ambiente.
En este caso el entorno estudiado fue el arroyo Los Troncos, ubicado en el Dpto Las Colonias, entre las localidades de San Matilde y San Agustín, a tan solo 35 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.
Se trata de una zona agroindustrial, parte de la cuenta lechera. Como sucede con otros cursos de agua, en este arroyo confluyen diferentes canales clandestinos, realizados para derivar de manera ilegal compuestos industriales contaminantes.
Nada nuevo, se trata de construcciones ilícitas que, en ocasiones derivan el agua acumulada por lluvias para evitar que los campos se inunden y derivando gran cantidad de agua a otros campos o a localidades que sufren tremendas inundaciones, o para verter componentes químicos o deshechos que contaminan cursos enteros de agua.
En este caso efluentes de industrias lácteas y la presencia de agrotóxicos empleados por el modelo transgénico agropecuario fumigador transformaron este lugar en un tremendo cóctel contaminante.
Lo impunemente vertido en este lugar pone en riesgo este ecosistema, pero además –al desembocar en el río Coronda, a tan solo 700 metros de la toma de agua Desvío Arijón que provee de agua potable a bolsones de población- pueden poner a estos pobladores en riesgo sanitario.
Nadie puede decir que esta situación lo toma por sorpresa. En noviembre del año 2022, el programa de televisión Onda Verde ya lo denunciaba. En esa emisión se difundieron unos videos que el Licenciado en Biodiversidad Leonardo Adrian Leiva capturó el 13 de octubre del año pasado donde ya se veían decenas de tortugas muertas y el olor era nauseabundo . Esa denuncia puede verse en el canal de YouTube del programa de televisión mencionado https://www.youtube.com/watch?v=8eaWjj-Qiw4&t=12s. Más adelantes podían verse además osamentas de vacas y de caballos.
A este testimonio hay que agregarle las diferentes denuncias de pobladores que alertaban sobre el olor que se desprendía al pasar por el lugar. Por otra parte la presencia de animales muertes, flotando en el arroyo eran de presencia cotidiana.
A pesar de todo esto y del tiempo transcurrido, ninguna autoridad tomó cartas al asunto.
Quienes sí decidieron saber que sucedía son los investigadores y becarios del CONICET que forman parte del Laboratorio de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL, quienes junto a profesionales del Museo de Ciencias Naturales Florentino Ameghino, y del Laboratorio Analítico de la Facultad de Ingeniería Química, en silencio y con escaso apoyo, una vez más alertan sobre la gravedad del hecho.
Estos profesionales recorrieron el arroyo y encontramos cerca de un centenar de tortugas acuáticas moribundas o yo muertas. Este hecho, además de penoso, es grave pues este tipo de tortugas son consideradas especies muy resistentes a cambios del entorno, por lo que, haber respondido de esta manera, demostraría un grado de contaminación supina.
Esta contaminación fue comprobada en el laboratorio de estos profesionales a través de bio ensayos realizados en el agua y el sedimento de este arroyo ocasionando la muerte de renacuajos y sapos. Asimismo pudieron encontrar un alto grado de genotoxicidad, o sea la capacidad relativa de un agente de ocasionar daño en el material genético, originando efectos biológicos adversos y de neurotoxicidad que son las alteraciones funcionales, estructurales y bioquímicas producidas en el sistema nervioso y que conllevan a la manifestación de diferentes clases de efectos adversos como consecuencia de una exposición a un producto químico.
El trabajo llevó su tiempo y por esa razón también pudieron encontrar plaguicidas que se usan en la actividad agropecuaria y cargas bacterianas altas en el agua que exceden ampliamente los límites considerados de calidad ambiental.
Por todo lo investigado los científicos, una vez más, vuelven a alertar sobre el alto grado de toxicidad y de degradación que se vive en este entorno y consideran que esta realidad representa una amenaza mortal para la fauna acuática y el ambiente en general pero también es un riesgo para la salud de las personas y consideran que las autoridades deben, de manera urgente, monitorear lo que allí sucede y regular los impactos de ciertos sistemas productivos.
Es otro llamado a las autoridades. Ojalá esta vez, escuchen y actúen.