Por Ricardo Serruya
Rotundo rechazo de la Sociedad Argentina de Pediatría y del Unicef al proyecto del gobierno de baja de la edad de imputabilidad.
El gobierno nacional anunció que enviará al Congreso el proyecto de ley que establece un nuevo régimen penal para adolescentes que cometen delitos. Entre sus enunciados se plantea bajar la edad de imputabilidad a los 13 años y establecer un máximo de pena de 20 años.
Se trata de un cambio rotundo ya que en la actualidad la ley establece que solo son punibles las personas mayores de 16 años
El comunicado oficial relata que lo que se busca es “terminar con la impunidad, frenar la puerta giratoria, y darle respuesta a la gente” y con respecto a la privación de la libertad se señala que será “en establecimientos especiales o secciones separadas de los establecimientos penitenciarios, bajo la dirección de personal idóneo”.
Una vez conocido el proyecto diversas instituciones que trabajan con la niñez mostraron no solo su preocupación sino su total rechazo.
Un grupo que se mostró preocupado son los pediatras. Casi 600 de ellos, nucleados en la Sociedad Argentina de Pediatría, firmaron una petición donde rechazan la baja de la edad de punibilidad para niños, niñas y adolescentes. Al respecto informan que la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) ha sido clara y contundente en expresar el rechazo a tal modificación al igual que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Aclaran que existe un abanico de datos y estadísticas que demuestran que esta iniciativa no soluciona el problema y que estigmatiza una edad donde el cuidado debe privilegiarse a la condena.
Los profesionales de la salud expresaron también su preocupación por el deterioro de las condiciones de vida socioeconómicas de la niñez argentina y dicen que observan que se promueve la criminalización de los sectores infanto juveniles más vulnerables.
En uno de los párrafos del documento se puede leer “Entendemos que es imposible visualizar la responsabilidad penal de un niño o adolescente obviando su realidad social, cultural y personal. Ninguna conducta socialmente valiosa puede ser aprehendida y adoptada en contextos de anomia legal y social. Ni el mejor sistema penal puede ser útil ni exitoso si sólo entendemos al delito como un fenómeno criminal, y no como lo que verdaderamente es: un fenómeno social multifactorial”.
En la búsqueda de los verdaderos causantes del delito afirman que, el acceso de los adolescentes a las armas o a los estupefacientes se relaciona con el amparo de “capangas” marginales que posee el amparo policial.
Otro de los párrafos esclarecedores del documento marca que “Bajar la edad de punibilidad no resolverá el flagelo de la violencia e inseguridad, habida cuenta de que estadísticamente los hechos delictivos más graves, a lo largo de la historia han sido cometidos en una muy baja proporción por menores de 18 años. La incidencia del delito cometido por imputados menores de 18 años corresponde al 2,6% del total”
Entre los fundamentos de su rechazo consideran que no hay evidencia alguna que demuestre que bajando la edad de imputabilidad aumente las condiciones de seguridad de la población. Para demostrar esta afirmación recuerdan que en nuestro país los delitos cometidos por menores de edad son considerablemente inferiores a los que se cometen en otros países de la región como Brasil y México
El documento de los pediatras argentinos nucleados en la Sociedad Argentina de Pediatría puede leerse de manera completa acá , donde además mencionan que la misma Unicef demostró su preocupación ante esta iniciativa. El documento de la organización mundial de defensa de la niñez puede leerse aquí.