El diez de marzo, la CONADU Histórica, de la que forma parte ADUL , la Asociación de docentes de la Universidad Nacional del Litoral, decidió rechazar la propuesta salarial ofrecida por el gobierno nacional. Dicha propuesta consistía en un 30% de aumento el cual se otorgaría en tres cuotas no acumulativas.
Dos son las observaciones que los docentes realizan a esta oferta salarial: el primero es que se sitúa un 10% por debajo de lo que se acordó con otros gremios, el segundo es que esta propuesta no supera la inflación estimada, lo que resulta en una devaluación real del salario de los docentes universitarixs.
En este contexto Congreso extraordinario de la Federación CONADU Histórica resolvió llevar a cabo una semana de paro con cese total de actividades como medida de acción gremial para sostener el rechazo al ofrecimiento salarial anteriormente mencionado. La particularidad de este Congreso consistió en un acto de protesta que se llevó a cabo en una carpa frente al Palacio Sarmiento, sede del Ministerio de Educación de la Nación.
Desde ADUL explican que la, como siempre, la medida fue votada por los docentes uniersitarios en un acto de participación sindical democrática, por lo que no dudan que tendrá un acatamiento total tanto de los profesores y científicos de la UNL como los de otras Universidades Nacionales en un aporte de fuerza colectiva a la medida consensuada.
Es pertinente mencionar que la propuesta salarial ofrecida por el Gobierno de la Nación no se aproxima a las necesidades reales de los y las docentes, especialmente en el contexto de crisis e inflación en el cual se encuentra inmersa la economía del país. La propuesta otorgada hacia los docentes demuestra, una vez más, que la educación pública –especialmente las Universidades Nacionales- no se encuentran en un lugar de prioridad para el gobierno nacional, así como también deja a la luz ques la Educación Públicae termina pagando el ajuste.
La medida de fuerza, es decir, el cese total de actividades universitarias y pre universitarias, se encuentra más que justificada. La pérdida salarial resulta ser mayúscula: la primera cuota del 16% ofrecida para el mes de marzo quedará ya por debajo de la inflación, abril vendrá sin ningún aumento y cuando llegue mayo con el 7% ya se estará entre un 12 y un 15% por debajo de la inflación. En junio se prevé un 7% que, claramente, no llega a compensar la pérdida ya mencionada.
Además de afectar la economía de los trabajadores, estos números repercuten negativamente para las obras sociales de los y las docentes, generando recortes de prestaciones. Misma situación sufren la caja de jubilaciones.
Al reclamo salarial docente, se le suma también la lucha por un mayor presupuesto universitario para políticas de bienestar que permitan no sólo el ingreso sino también la permanencia y el egreso de un mayor número de estudiantes universitarixs. De esta forma, no sólo docentes sino también estudiantes y agrupaciones estudiantiles independientes, rechazan la decisión del Gobierno Nacional de dejar afuera a las universidades desde los aumentos presupuestarios.
Otro año de conflictos y no inicio de clases que invita al Gobierno nacional a re-pensar y discutir nuevos modelos de universidades que nuestro país necesita, que sea formadora de profesionales al servicio del crecimiento del pueblo argentino.
Para llegar a esta lógica y necesaria meta que garantice una educación pública de calidad resulta fundamental contar con presupuestos acordes y con salarios docentes dignos y adecuados a la situación que estamos viviendo.